Virus del papiloma humano. Vacunación

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual más común en personas sexualmente activas. Afecta tanto a hombres como a mujeres, se calcula que más del 50% de las mujeres menores de 30 años y que son sexualmente activas, están infectadas con este virus.

Por lo general esta enfermedad no deja secuelas. Pero hay algunos tipos de Virus del Papiloma Humano (VPH) que pueden producir alteraciones celulares que pueden llevar al desarrollar ciertos tipos de cáncer. A continuación presentaremos todo lo que debes saber sobre esta enfermedad y la importancia de la vacunación contra el VPH.

¿Qué es el Virus del Papiloma Humano (VPH)?

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus que tiene la capacidad de producir mutaciones en determinadas células que puedan derivar en cambios en el material genético que a largo palzo condicionen riesgo de padecer ciertos tipos de cánceres.

No obstante han sido identificados más de 200 tipos de Virus del Papiloma Humano (VPH) y solo algunos pocos pueden tener relación con mutaciones que predispongan al cáncer.

¿Cómo se produce la transmisión del Virus del Papiloma Humano (VPH)?

La transmisión del Virus del Papiloma Humano (VPH) se produce al tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales o a través del contacto piel a piel durante el acto sexual con una persona infectada, pero no a través de los fluidos corporales.

Tanto los hombres como las mujeres pueden contraer el virus, y transmitirlo. Con frecuencia la persona no sabe que está infectada con este virus, por tanto no se da cuenta de que lo está transmitiendo a otras personas. Casi todas las personas que han tenido relaciones sexuales contraerán este virus en algún momento de su vida.

 

Síntomas del Virus del Papiloma Humano (VPH)

En la mayoría de los casos, incluso en la de infección por lo tipos que producen cáncer la persona infectada no presenta síntomas.

El principal síntoma que presentan algunas personas son las verrugas genitales. Las verrugas varían en su aspecto, de acuerdo al tipo de Virus del Papiloma Humano (VPH) con el que está infectada la persona. No obstante la mayoría de los casos el sistema inmunológico elimina el virus antes de que produzca verrugas genitales.

Cabe destacar que la presencia de estas verrugas es un dato tranquilizador sobre el potencial de producir cáncer del tipo de VPH. Además no todas las verrugas tienen el mismo aspecto o localización:

Verrugas genitales

Este tipo de  verrugas aparecen como una lesión plana, o como pequeños bultos con forma de coliflor o como pequeñas protuberancias con forma de tallo.

En el caso de las mujeres estas verrugas aparecen generalmente en la vulva, cerca del ano, en el cuello uterino o en la vagina. Y en el caso de los hombres aparecen en el pene, en el escroto o alrededor del ano. Raras veces causan dolor o molestias, aunque pueden producir picazón o sensibilidad.

Verrugas comunes

Estas verrugas aparecen como bultos ásperos y elevados. Aparecen en las manos y en los dedos. En la mayoría de los casos resultan antiestéticas, y pueden ser dolorosas y susceptibles de lesiones o de sangrado.

Verrugas plantares

Son bultos duros y granulosos. Generalmente aparecen en los talones o en la zona anterior de la planta de los pies. Pueden causar molestias.

Verrugas planas

Son lesiones planas y poco elevadas. Estas verrugas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero en los niños suelen aparecer en la cara, los hombres en la barba y las mujeres en las piernas.

¿Cómo se realiza el diagnóstico del Virus del Papiloma Humano (VPH)?

El diagnóstico del Virus del Papiloma Humano (VPH) a través de la exploración ginecológica.

Las verrugas genitales externas se diagnostican por lo general basándose en el examen visual de su aspecto. Si su aspecto es extraño, sangran, se convierten en úlceras abiertas o se vuelven persistentes tras el tratamiento, se procede a su extirpación quirúrgica.

Las verrugas genitales internas se diagnostican mediante la exploración de la vagina con un espéculo, precisando en ocasiones la utilización de un colposcopio, que es una lupa que permite ver de manera magnificada las lesiones producidas por el virus. En el caso de realizar una colposcopia se aplica un tinte que facilita la detección de estas verrugas.

Una vez confirmada la presencia de las verrugas el médico toma una muestra de las verrugas, la cual es analizada para determinar si se trata del Virus del Papiloma Humano (VPH), y en caso positivo cuál es su tipo.

Por lo general no es recomendable hacer pruebas de detección a personas que no presenten síntomas, aunque la excepción son las mujeres entre 25 y 65 años que deben realizar su control anual.

 

Importancia de la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH)

Existe una vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) que puede proteger contra las infecciones provocadas por este virus, y su posible evolución a lesiones que puedan producir cáncer. Esta vacuna es más efectiva cuando la persona aún no es sexualmente activa, ya que en ese caso no habrá tenido contacto con ninguno de los tipos de VPH.

Esta vacuna es importante porque es un método de prevención de las afecciones provocadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Existen 3 tipos de vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), pero a día de hoy la más eficaz protege contra 9 tipos de VPH (nonavalente) (tipos 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58). Existen otras dos vacunas, la cuadrivalente, protege contra 4 tipos de VPH (tipos 6, 11, 16 y 18) y bivalente, protege contra dos tipos de VPH (tipos 16 y 18).

Los tipos 16 y 18 son los causantes del 70% de los casos de cáncer de cuello uterino. Los tipos 6 y 11 son los causantes del 90% de los casos de verrugas genitales, y los tipos 31, 33, 45, 52 y 58 son los causantes del 15% de los casos de cáncer de cuello uterino.

La vacuna se administra con una inyección intramuscular en el brazo y consta de 3 dosis que se han de administrar en el período de un año como máximo, manteniendo una distancia mínima de 2 meses entre la primera y segunda dosis y de 4 meses entre la segunda y tercera dosis.

En muchos países se ha implementado la vacunación de las niñas y niños antes del inicio de las relaciones sexuales. Aún así la vacuna también es eficaz tras el inicio de las mismas, especialmente en pacientes que han tenido una infección por VPH y que su sistema inmune ha logrado vencer, con el fin de prevenir futuros contagios por las cepas más peligrosas, así como en las pacientes con infección por alguna de las cepas de alto riesgo, pero que no presentan infección por algunas de las otras cepas que contiene la vacuna nonavalente.

Por tanto no dudes en hacer un control ginecológico y preguntar sobre la posibilidad de detectar si presentas infección por VPH y asesoramiento sobre si tiene o no sentido la vacunación en tu caso.

En Málaga en nuestra Clínica Ginecológica Pérez-Bryan  cuenta con un equipo de ginecólogos de excelencia y altamente experimentando en el

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